martes, 1 de febrero de 2011

ÁREA METROPOLITANA DE VALENCIA

El área metropolitana de Valencia es una de las zonas de España más características en las que sería necesaria una reorganización y fusión de municipios.

Valencia como tal, es una ciudad pujante y en crecimiento, que alberga ya más de 800.000 habitantes. Como en la mayoría de capitales, el territorio asignado al municipio de la ciudad de Valencia es pequeño y escaso, por lo que durante las últimas décadas, al mismo tiempo que fue creciendo la ciudad, fueron creciendo los muchos pueblos de la huerta, formandose un área metropolitana.

El problema es que en la comarca valenciana de La Huerta, hay nada menos que 44 municipios. Casi todos ellos tienen algo en común y es que tienen territorios muy pequeños y densidades de población elevadísimas. Hay algunos con superficies ridículas, como Emperador con 0'03 km2, y algunos con densidades superiores a los 20.000 h./m2 como Mislata o Benetuser.

Desde la capital, surgieron distintas "vías" a orillas de las cuales fueron creciendo grandes núcleos urbanos, principalmente tres: el núcleo norte, desde Alboraya y Burjasot hasta Puzol. El núcleo oeste, desde Mislata a Paterna-Manises. El núcleo sur, desde Sedaví hasta Silla.




Como vemos en esta imagen, lo marcado en negro corresponde aproximadamente al espacio urbano del area metropolitana, y se aprecia las diversas ramificaciones en las que se expande. En esta maraña de ciudades de tamaño medio, la mayoría de mas de 20.000 h. se juntan 3 grandes problemas:

- Derroche administrativo: Para este núcleo de muchas ciudades fusionadas entre sí, existen 44 ayuntamientos,  con un número aproximado de 900 concejales. Además de los sueldos entre alcaldes y concejales, hay que sumar el gasto de cada uno de los edificios de ayuntamiento, mas todos y cada uno de los edificios, instalaciones y empresas de propiedad municipal. A esto, sumarle el elevado número de funcionarios paniaguados de dudosa funcionalidad. Que cantidad de dinero se conseguiría ahorrar si se aunasen todos estos municipios?

- Derroche territorial: Aunque estas poblaciones ya existieran desde hace mucho, el crecimiento demográfico de todas ellas surge por su función como ciudades dormitorio. Es decir, vivienda más barata, terreno más barato para suelo industrial, etc. El problema es que hay 44 núcleos, que organizan el terreno de su municipio como una isla desierta, como si no existiera alrededor toda una red urbana con la que deben conectar y enlazar. Por ello se entremezclan infinidad de poblaciones, con naves y polígonos industriales, con descampados, huertas, escombreras.... En lugar de expandirse la ciudad de forma ordenada y concéntrica, se crea una red caótica, en la que el orden y el crecimiento, y por tanto el aprovechamiento y optimización del suelo, es nefasta.

- Corrupción: En los ayuntamientos de tamaño medio de área metropolitana, es donde se dan los mayores casos de corrupción. Ventas de suelo, vivienda, adjudicaciones a dedo, gastos municipales inflados, y una larga lista de derroche monetario, que se da en todas las ciudades de España. De fusionar, nos librariamos de un gran número de intermediarios, los cuales gestionan de forma dudosa grandes dotes de dinero público, que podría ser mejor gestionado y menos malversado.

Próximamente seguiremos analizando otras zonas fusionables de toda España.

domingo, 21 de noviembre de 2010

Necesidad de fusionar

El 1 de enero de 2010, habían en España 8.114 municipios. Sin embargo la proporción y cifras de los mismos son totalmente dispares. El más poblado, Madrid, tiene 3.213.271 habitantes, mientras que el menos poblado, Illán de Vacas, tan solo tiene 5. Ocurre lo mismo con las extensiones: hay una gran diferencia entre el más grande Cáceres (1750 Km2) y el más pequeño, Emperador (0'03 Km2).

El elevado número de municipios es un gran gasto para las arcas públicas, pensemos en el mantenimiento de cada uno de los ayuntamientos, con sus respectivos alcaldes, concejales, adjuntos, instalaciones municipales, empresas públicas... y todo un sinfín de edificios, organizaciones y funcionarios dependientes de los mismos, que de reducir el número de municipios, se reducirían así mismos los gastos. 

Hay distintas problemáticas que afectan además a la organización territorial, que podríamos separar en dos grandes grupos: las áreas metropolitanas y las áreas rurales despobladas.

En todas las grandes ciudades está ocurriendo el mismo fenómeno. La capital tiene un suelo urbano limitado y encarecido, y en los ultimos años han cedido buena parte de su población a las localidades de la periferia, formando en algunos casos areas metropolitanas, que pese a formar parte de un único continuo urbano, están diseminados en una treintena de ayuntamientos. En estos casos no suele haber una optimización y ordenación eficaz y real del suelo, sino que el mapa aparece plagado de una malla en red de localidades que crecen como los ravales del siglo XXI, casi fusionadas, pero inconexas, con numerosas "calvas" entre sus cascos urbanos.

No es extraño encontrarse localidades separadas por menos de 1 km. que sin embargo se miran de espaldas, o ponen todo tipo de trabas urbanísticas para evitar precismente lo que debiera ser aconsejable, unir los cascos urbanos. Cada municipio ordena su territorio como si no existiera nada a su alrededor, por lo que podemos ver una urbanización de adosados que corta un vial de 4 carriles, unas huertas pegadas a un polígono industrial, o un centro comercial con un vertedero al lado. Chapuzas urbanísticas, conflicto de que cada uno hace lo que quiere anárquicamente dentro de sus lindes, ignorando lo que pase mas allá.

Los municipios son un de las principales fuentes de gasto público, y reduciendolos, fusionandolos con otros, además de poder ordenar mejor el territorio, ahorraremos dinero que podría gastarse en otras cosas más importantes para el ciudadano, que sin embargo sí son recortadas ahora en tiempos de crisis. Evitamos tambien fugas de capital. De todos es sabido que ningún partido político está por la labor de fusionar municipios. Reducir ayuntamientos, significa reducir cargos políticos. No olvidemos que el mayor grado de corrupción política se da a nivel municipal, permisos de obras, adjudicaciones a dedo, presupuestos hiperinflados con un coste irreal...

Antes que recortar pensiones, mejor recortar municipios y cargos políticos. Nuestras cuentas y nuestro urbanismo, nos lo agradecerán.